Del Dolor a la Esperanza
“Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: ‘El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de hombres. Lo matarán, y al tercer dÃa resucitará.’ Y ellos se llenaron de tristeza.”
Mateo 17:22-23
La vida cristiana está marcada por momentos en los que Dios nos anuncia verdades que no siempre comprendemos. Los discÃpulos escucharon de labios de Jesús una noticia que los llenó de tristeza: su Maestro serÃa entregado y muerto. Sin embargo, en esas mismas palabras estaba escondida la mayor esperanza: la resurrección.
Hoy meditaremos en este pasaje para descubrir cómo Dios transforma el dolor en victoria, y cómo nosotros podemos vivir con fe en medio de las pruebas.
El anuncio del sufrimiento (v. 22)
Jesús no oculta la realidad: Él serÃa entregado en manos de hombres.
Esto nos recuerda que el sufrimiento es parte del camino cristiano. No es un accidente, sino parte del plan de Dios.
Aplicación: Cuando enfrentamos rechazo, enfermedad o pruebas, no debemos sorprendernos. Jesús mismo pasó por ello.
~ El sufrimiento no significa ausencia de Dios, sino oportunidad para ver su gloria.
La certeza de la muerte (v. 23a)
Jesús afirma: “Lo matarán.”
La cruz no fue un error, fue el cumplimiento del propósito divino.
En la muerte de Cristo vemos:
~ El precio del pecado.
~ La profundidad del amor de Dios.
~ La obediencia perfecta del Hijo.
Cada vez que recordamos la cruz, entendemos que nuestra salvación costó la vida del Hijo de Dios. Eso nos llama a vivir con gratitud y santidad.
La promesa de la resurrección (v. 23b)
“Al tercer dÃa resucitará.”
La resurrección es el corazón del evangelio. Sin ella, nuestra fe serÃa vana.
Jesús no solo anunció su muerte, sino su victoria sobre la muerte.
Aplicación: En cada situación difÃcil, debemos recordar que el final no es la tumba, sino la vida eterna.
~ La resurrección nos asegura que el dolor es pasajero y la gloria es eterna.
La reacción de los discÃpulos (v. 23c)
“Y ellos se llenaron de tristeza.”
Los discÃpulos escucharon la parte del sufrimiento, pero no comprendieron la esperanza de la resurrección.
Muchas veces nosotros también nos quedamos atrapados en la tristeza, olvidando que Dios ya prometió victoria.
Aplicación: No permitamos que la tristeza opaque la esperanza. La fe nos ayuda a ver más allá del dolor.
Reflexión para la iglesia hoy:
En las pruebas: Recordemos que Jesús ya venció.
En la misión: No temamos al rechazo, porque la victoria está asegurada.
En la comunidad: Animémonos unos a otros, recordando que la resurrección nos une en esperanza.
En la adoración: Celebremos no solo la cruz, sino también la tumba vacÃa.
Mateo 17:22-23 nos enseña que el evangelio es un camino que pasa por la cruz, pero termina en la resurrección. La tristeza de los discÃpulos se transformó en gozo cuando vieron al Cristo resucitado.
Hoy, como iglesia, estamos llamados a vivir con esa misma esperanza: aunque haya dolor, aunque haya pruebas, Jesús vive, y porque Él vive, nosotros también viviremos.
Hermanos, no nos quedemos en la tristeza. Levantemos nuestra mirada al Cristo resucitado. Él es nuestra victoria, nuestra fuerza y nuestra esperanza.
“El dolor dura un momento, pero la resurrección es eterna.”
- RCW -

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