En la biblia, encontramos pasajes donde Dios hace muchas comparaciones de nuestro caminar como cristianos y uno de ellas, es con un águila; Dios conoce el instinto especial de esta ave, y sus poderosas cualidades.
Inclusive los mismos biólogos han descubierto asombrosas características del águila en cuanto a su sobrevivencia en la tierra y es por ello, que Dios hace comparación con respecto a la vida cristiana.
Un águila no pelea contra una serpiente en la tierra. La atrapa y la sube a los aires y la deja caer. Una serpiente no tiene aguante, poder o balance en el aire. En el aire es vulnerable, inútil y débil a diferencia de cuando está en la tierra que es peligrosa y poderosa.
No luches tus batallas con herramientas humanas. No caigas en la trampa de bajar de nivel. Elévate a las alturas en las alas del Espíritu Santo y deja que Dios pelee tus batallas.
Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. 2 Corintios 10:4
Pasaron cual naves veloces; Como el águila que se arroja sobre la presa. Job 9:26
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